Javierpleguezuelos: Blog

Hablemos de cabras.  Ese pequeño animal que tan denostado ha sido a lo largo de la historia y que tanto ha ayudado al hombre del mediterráneo aportándole carne, leche y piel en  zonas donde los recursos naturales han sido siempre muy escasos. O mejor dicho, vamos a hablar un de cabras, pero especialmente sobre las cabras del Sureste peninsular. Y hablar de cabras en la Península Ibérica es sobre todo hablar de la Cabra Murciano-Granadina.

Pero si investigamos un poquito en los antiguos libros de zootécnia de la biblioteca de la Facultad de Veterinaria de Córdoba, nos encontramos que para hacer honor a la verdad, antes de hablar de la actual Cabra Murciano-Granadina, hay que hacer un poquito de historia y nos encontramos afirmaciones como que:

• Tiene reconocimiento oficial desde 1933, es citada por Aragó (1893) como de aptitud láctea y al igual que La raza Murciana,  La raza Granadina es una de las dos únicas razas caprinas españolas consideradas en su obra; donde ya se la describe  “de constitución fina y delicada y de rendimientos lecheros entre 3 y 4 litros en 24 horas”.

• Es una de las razas más antiguas de la península ibérica y su tronco étnico de pertenencia según  Aparicio (1947) es la Capra aegagrus (grupo europeo), cuya forma secundaria es la cabra pirenaica y unas de sus evoluciones actuales son las raza Granadina, la Murciana y la Malagueña.

• La raza Granadina presenta según Sarazá Ortiz (1952) dos variedades la vaguensis o estabulada y  la montana o de sierra, y describe las diferencias estudiadas entre los dos morfotipos.

• También este autor recopila a autores anteriores y contemporáneos y describe al tipo antiguo de cabra Granadina, como de capas negras, coloradas o castañas entre otras características, al tipo actual más generalizado, de capa negra, y a sus muy frecuentes y principales variantes que presentan capas retintas, berrendas, luceras, y orejicanas, entre otras características morfológicas y funcionales.

• Para Porter (1996) se trata de una combinación de dos antiguas razas lecheras.

Tanto la raza Granadina como la Murciana son razas diferentes desde sus orígenes  hasta el año  1975 cuando se aprueba el Libro Genealógico de la raza Murciano-Granadina.

Gracias a las características del terreno y a los sistemas tradicionales de explotación extensiva  que aún se mantienen, en muchas zonas de Andalucía,  aún estamos a tiempo de no perder, un acerbo de biodiversidad  muy necesario en el panorama agroproductivo. Hoy día, las nuevas tendencias productivas, como la ecología o la producción integrada están siendo capaces de evidenciar y poner en valor, lo que las gestiones administrativas, del pasado,  habían obviado, olvidado y tenido por no necesario y/o rentable.

Si bien su área de distribución ha mermado drásticamente, en el pasado estos animales fueron exportados a zonas como Brasil, México, Argentina, EE.UU, Francia e Italia entre otros países.